¡Hola queridos viajeros! Somos Olivia y Oliver, y hemos recorrido un sinfín de destinos llevando siempre con nosotros nuestras fiel compañera: ¡la almohada de cuello para viajes! Si has dormido alguna vez en un avión o en un largo viaje en autobús, sabrás que encontrar la posición perfecta para echar una cabezadita es más difícil que encontrar una aguja en un pajar. Por eso, hoy queremos compartir contigo nuestros mejores consejos y descubrimientos sobre este imprescindible compañero de aventuras.

¿Por qué es indispensable una almohada de cuello?

Cuando nos embarcamos en nuestros primeros viajes, pensamos que una almohada de cuello era un «lujo» innecesario, ¡vaya error! Pronto descubrimos que la diferencia entre llegar como un oso panda con ojeras o como un flamenco fresco y descansado, estaba en este pequeño pero mágico accesorio. Un buen soporte para el cuello puede prevenir dolores y molestias, y por supuesto, mejorar la calidad de nuestro sueño a bordo. Además, en algunos destinos, tener tu propia almohada de cuello te ahorra de compartir la que te dan, que entre nosotros, no sabemos por dónde ha viajado.

Tipos de almohadas de cuello y nuestra experiencia

¡Ah! No todas las almohadas de cuello son iguales. Las hay inflables, de espuma viscoelástica, de microperlas… Nosotros las hemos probado todas. Las inflables son geniales para ahorrar espacio, pero una vez, en vuelo hacia Islandia, a Olivia se le reventó una y su cabezazo contra el asiento fue leyenda. Las de espuma de memoria son súper cómodas pero canjeas espacio en tu equipaje por confort. En cuanto a las de microperlas, son un buen término medio, aunque Oliver todavía está encontrando bolitas por todas partes.

Cómo elegir la almohada de cuello perfecta

Para acertar en la elección, considera estos factores: tamaño y espacio de tu equipaje; material, porque cada cuello es un mundo y no todos reaccionamos igual a los diferentes textiles; y soporte, recuerda, lo que buscas es evitar acabar con un cuello de jirafa después del viaje. Piensa también en la limpieza, si pasa por la lavadora mejor, porque después de algunas horas, esa almohada ya ha hecho un tour completo por tu ADN y restos de la merienda. ¡Ah! Y no te olvides del diseño, ¡que también es importante viajar con estilo!

La higiene de tu almohada de viaje

Hablando de limpieza, mantén tu almohada higiénica, porque después de varias horas de vuelo puede empezar a parecer un experimento biológico. Nosotros recomendamos las almohadas con fundas extraíbles y lavables. Una vez hicimos una excursión por la selva y al terminar, nuestras almohadas tenían más vida que el propio bosque; desde entonces, siempre llevamos una que pueda pasar por la lavadora sin problemas.

Un sueño disruptivo: nuestras anécdotas

No queremos despedirnos sin contarte un par de nuestras anécdotas. En un vuelo a Japón, pensamos que utilizar unas almohadas de esos enormes diseños de animales sería divertido; no tanto cuando en un giro nos encontramos atrapados entre el ala de un unicornio y el hocico de un dragón. Y esa vez que Oliver se quedó dormido y su almohada se desinfló, terminó más arrugado que una acordeón y con un terrible dolor de cuello. ¡Un homenaje al buen diseño y la calidad siempre!

¿Qué almohada usas tú?

Después de contar nuestras aventuras (y desventuras), nos encantaría conocer tu experiencia. ¿Eres de los que jamás viaja sin su almohada? ¿O quizás todavía estás buscando la ideal? ¿Has tenido algún sueño paradisíaco gracias a ella o más bien alguna pesadilla de viaje? Cuéntanos en los comentarios, y si tienes cualquier duda sobre qué almohada de cuello podrían ser tus alas para el descanso perfecto en tus viajes, no dudes en preguntar. ¡Estamos aquí para ayudarte a que tu viaje sea lo más confortable posible!

Nos vemos en otra aventura de Viajando Aventuras. ¡Buenas noches, y mejores siestas!

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