¡Hola, aventureros! Somos Olivia y Oliver, exploradores incansables y anfitriones de este maravilloso rinconcito viajero llamado Viajando Aventuras. Hoy queremos compartir con vosotros algo especial: nuestras experiencias de estar siempre de viaje, esos trucos que hemos aprendido en la carretera y algunas anécdotas que, estamos seguros, os sacarán más de una sonrisa.
La magia de improvisar
No hay nada como la sorpresa que te da la vida cuando decides soltar los mapas y simplemente dejarte llevar. Una vez, en nuestra visita a Tailandia, olvidamos por completo nuestro itinerario y acabamos en una pequeña aldea fuera de ruta donde celebraban su festival anual. ¿El resultado? Bailes, comida deliciosa y la calidez de la gente del lugar. ¡Os animamos a que, al menos una vez, dejéis el plan de lado!
El arte de hacer la maleta
Con los años, hemos descubierto que hacer la maleta es un arte y, creednos, aprendimos a dominarlo después de mucha práctica y algunos fracasos. El truco está en la selección rigurosa: si no lo has usado en los últimos tres viajes, ¡probablemente no lo necesitas! Además, todo lo que pueda cumplir más de una función es, sin duda, un imprescindible en vuestra mochila.
Encontrar esos rincones escondidos
¿Sabéis esos lugares secretos que no aparecen en las guías turísticas? En nuestro viaje a Portugal, descubrimos una cala escondida cerca de Lagos gracias a una conversación casual con un lugareño. La clave está en hablar con la gente del lugar. Preguntad, mostrad interés y, sobre todo, respetad sus costumbres y cultura. Es asombroso lo que se puede descubrir con un poco de curiosidad.
Comer como un local
La comida es parte esencial de la cultura y no hay forma más deliciosa de entender un lugar que saboreando sus platos típicos. En Vietnam, el Pho nos robó el corazón, pero fue la decisión de aventurarnos a probar bocadillos en una pequeña bicicleta-panadería lo que realmente nos hizo sentir como locales. Os recomendamos dejar atrás las grandes cadenas y buscar esos pequeños negocios llenos de historia y sabor.
Manejar los imprevistos
No todo es color de rosa y los imprevistos pueden surgir en cualquier momento. Como aquella vez que nuestro vuelo se canceló y no teníamos dónde quedarnos. Aprendimos que es esencial mantener la calma y tener siempre un plan B. Herramientas como aplicaciones para encontrar alojamiento de última hora pueden ser salvavidas en estos casos. ¿Qué historias de imprevistos tenéis vosotros?
¡Queremos saber de vosotros!
Después de compartir nuestras vivencias, trucos y alguna que otra anécdota, nos encantaría escuchar las vuestras. ¿Qué os lleva a hacer la maleta y salir a descubrir el mundo? ¿Cuáles han sido vuestros mayores retos? Dejadnos un comentario aquí abajo y hablemos sobre esa infección llamada wanderlust. ¡Y si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntar!